domingo, 14 de febrero de 2010

In-secuencias - Poema de Kelly Gavinoser-Copyright-2010

Ruedo a horcajadas de mi norte oponiendo una inútil resistencia mecánica
un sabor criollo asesora mis papilas
e instala la entrega
en mi domicilio hambriento de verdad
restaura una frescura ámbar
y frutos en concierto.
Un disco inútil me cobra peaje
los bárbaros invaden mi terruño
y decretan exilios
y decretan las líneas de los tigres que enumeran
a manera de escudos que defienden mi libre decir
a pesar de los barrotes
a pesar de las lanzas que aspiran
a mi pecho.
(No hay lenguaje -me dije sin palabras.
No hay lenguaje porque un exiguo diccionario
denuncia
la ausencia de lectores ávidos
la presencia de voces vicarias
harto dichas
la larvada sucesión de repetidos lugares comunes
espejos de nadie
agujas sin ojos
pues no cosen botones
ni unen bordes con ojales abiertos
ni restañan retoños de destinos.)

Camino ensimismada y me nutro de elipsis
me deslizo en alto hacia el retorno
para aparentar el reinicio
pero sé que retomaré la vía
en el punto y coma que señale
el antes
para que la reminiscencia
me permita esbozar la sonrisa
del "ya sé"
aunque el "saber" sea hijo de la duda
y del tal vez.

Camino ensimismada sobre un rodado flecha
trasegado en el gris del asfalto ardido
por tantas ruedas ansiosas de blancos.
Tremola el trazo que acompaño
tanto menos veloz que mi tiempo
en el espacio
y me acerco
me acerco a los templados hombros
prohijados en mis rutas.


jueves, 17 de diciembre de 2009

Poema de Kelly Gavinoser (copyright, 2009)

Hay un puente roto entre las cosas
que parecen ligadas
nadie sabe de la sordera que enajena sus yo
nadie sabe que cada una mira el resto fósil del cordón
que nutrió su claustro madre

y
por eso
(nada más que por eso)
sólo son audibles sus voces ajenas
las que sólo “sirven para consumir”.

Hay un puente roto entre voces sin son
ni hondonadas ígneas

y las que busco
en el juego íntimo de las abrapalabras
en el juego interno de las causas

Hay un puente entrañable entre el pulso acentual
(que es vibración y sangre sonora)
y las arterias arco del poema
que articulan entrañas.

Poema de Kelly Gavinoser (copyright, 2009)

Esta noche de rebotes apagados
no ensancha los bordes del espejo
aún no me veo
todavía no me dibujo en centros
ni repito el mentón
sobre otro cuello
porque lo he descendido
cejijunta sobre el pecho cubierto de abalorios
(éstos me distraen
y salpican el blanco
de mi ojo
hermano)
baratijas donadas por horas banales
como huida de perros que se muerden la cola
(éstos me distraen
y salpican el ocio
infecundo)

Pero en eso el marco refracta su aliento metálico en el orillo
(y la otra pupila
busca el eje perdido
en el desierto)
se hace patrón de mi entrecejo y concentra su doble
no sea cosa que se pierda mi yo en la refracción del viento sur
y se torne contrario al porqué del reflejo
(cuesta trasponer la vereda
de lo opaco)
Esta noche de rebotes apagados
aún no me veo
no debo repetir el mentón
sobre mi cuello
debo despojarlo de abalorios
y (con las mismas yemas)
luego poblarlo con estrellas
en espejo.

Poema de Kelly Gavinoser (copyright, 2009)

Esta noche de rebotes apagados
no ensancha los bordes del espejo
aún no me veo
todavía no me dibujo en centros
ni repito el mentón
sobre otro cuello
porque lo he descendido
cejijunta sobre el pecho cubierto de abalorios
(éstos me distraen
y salpican el blanco
de mi ojo
hermano)
baratijas donadas por horas banales
como huida de perros que se muerden la cola
(éstos me distraen
y salpican el ocio
infecundo)

Pero en eso el marco refracta su aliento metálico en el orillo
(y la otra pupila
busca el eje perdido
en el desierto)
se hace patrón de mi entrecejo y concentra su doble
no sea cosa que se pierda mi yo en la refracción del viento sur
y se torne contrario al porqué del reflejo
(cuesta trasponer la vereda
de lo opaco)
Esta noche de rebotes apagados
aún no me veo
no debo repetir el mentón
sobre mi cuello
debo despojarlo de abalorios
y (con las mismas yemas)
luego poblarlo con estrellas
en espejo.

Poema de Kelly Gavinoser (copyright, 2009)

Hoy
inauguré pájaros sin alas
más arriba de nubes desdentadas.
No me sorprendió el vértigo inestable
(no fueron ellas las autoras)
de sus signos señales
ausentes de la especie.

el a pesar del sí
no
el cambio de designio
(alguien otro los privó del antes).
Fue como si los ángeles desertaran
de custodiar promesas
pero
(sin embargo)
lo alto (les) persiste reino
porque les donó el juego del batir
insolentando el sueño del aire
en el espacio despojado
entonces
fue como si las alas hubieran desistido de ser paradigma
(y flechas directrices)
y nos hubieran negado la oportunidad del símbolo
porque
ni siquiera vive la memoria de Ícaro
(la memoria maestra)
(la memoria del mito).

Mañana
inauguraré alas sin pájaros
buscaré nacientes ángeles
en mis constantes
y en el uno a uno
de mis peldaños
porque
(a pesar de todo)
(a pesar del mundo)
escucho el siempre de sus trinos.